jueves, septiembre 25

AMOR POR LA PALABRA DE DIOS




He estado pensando en mi amor por la palabra de Dios. Como el escritor de el Salmo 119, yo deseo buscar a Dios con todo mi corazón. (v. 10). Como la mayoría de los creyentes, yo lucho con esto. Es como si estuviera en una batalla... y ahora se que lo estoy.

   Este Salmo nos provee mucha motivación para hacernos estudiar y aprender de la Palabra de Dios. El salmista habla acerca de guardar la Palabra de Dios en su corazón, meditar en ella, deleitarse en sus estatutos, y tener gozo al seguir los mandatos de Dios... Pero ¿cómo podemos llegar a ese punto? ¿Cómo llegamos a ese punto donde amemos la palabra de Dios y nos deleitemos viviendo de acuerdo a lo que manda?

   Al leer el Salmo 119, nos encontramos con numerosas pistas. Aquí les comparto 5 versos los cuales pienso que ayudaron al salmista, y nos pueden ayudar, a hacer de la lectura, meditación, y el obedecer la Palabra de Dios nuestro estilo de vida:

"Consideré el rumbo de mi vida y decidí volver a tus leyes" (v. 59). Todo comienza mirando desde nuestro interior. ¿Tengo la sabiduría para vivir una buena vida? No. ¿Tengo el poder dentro de mi para hacer grandes cosas por Dios? Claro que no. Cuando miro dentro de mi, mirando mis propios recursos, debo confesar mis deficiencias... de hecho eso suena muy amable... Debo admitir mi absoluta miseria. Y entonces, considero mis caminos, y eso me lleva a regresar mis pasos a los caminos de Dios. Hay una palabra bíblica para esto: ARREPENTIMIENTO.

"He optado por ser fiel; estoy decidido a vivir de acuerdo con tus ordenanzas" (v. 30). Dios nos ha dado la libertad y voluntad propia para tomar nuestras propias decisiones. Como Josué, He decidido servir al SEÑOR (24:15). La decisión personal que tomas es más que una decisión intelectual o una respuesta emocional, sin embargo ambas están involucradas. Es una decisión voluntaria. Note cuantas veces en el Salmo 119 esto ocurre. El salmista ha decidido por su propia voluntad seguir a Dios y estudiar su palabra.

"Así paso mis días: obedeciendo tus mandamientos" (v. 56). Tomar esta decisión significa ponerlo en practica todos los dias. Lo haces algo normal en tu vida diaria. Cuando los predicadores hablan acerca de las disciplinas espirituales, a menudo comienzan con esto. Pero no puedes saltar los primeros dos pasos vitales! El salmista ha hecho de la lectura de, meditación en, y obediencia a la Palabra de Dios su hábito. Se ha vuelto una disciplina regular para él, pero estoy seguro que nunca fue una rutina. Una palabra de advertencia aquí. Este es el paso donde algunas veces la gente hace de todo esto una cosa farisaica; así es, legalista. Jesús llamó a los líderes religiosos hipócritas porque ellos honraron a Dios con sus labios, pero sus corazón estaban lejos de Dios.(Mateo 15:7-9 ; Isaías 29:13). Has de la Palabra de Dios parte de tu vida diaria porque deseas conocer a Dios y sus caminos. Sumergete en las Escrituras porque amas a Dios y deseas desarrollar una relación más fuerte con Él.


"Me esforcé tanto por encontrarte, no permitas que me aleje de tus mandatos" (v. 10). Algunas veces hemos estado tan bien, pero después algo pasa que interrumpe el buen hábito que hemos desarrollado. Nuestras vidas se vuelven muy ocupadas. Vienen los días feriados. El jefe demanda más trabajo y horas. Los niños se enferman. Nos desviamos. O sólo no se nos quitan las ganas. Satanás se pone ocupado. De hecho, todas esas excusas pueden ser resumidas en la última: Satanás  se pone ocupado en nuestras vidas. Él y sus secuaces odian cuando volvemos a Dios y encontramos gozo en su Palabra. Nuestro compromiso con el reino de Dios es una amenaza para su reino terrenal. Y es por esto que tu y yo necesitamos amigos buenos, fuertes, cuidadosos, y con hambre de Dios. Es por eso que necesitamos un grupo pequeño de amigos donde nos podamos preguntar regularmente unos a otros, como nos va y que estamos leyendo y aprendiendo de la Palabra de Dios. Todos necesitamos ánimo y contabilidad por el compromiso que hemos hecho en nuestras vidas.


"Seguiré obedeciendo tus enseñanzas por siempre y para siempre" (v. 44). Hay un firme finalizar  en las palabras del salmista. El ha hecho un plan de largo plazo para vivir su vida en cierta manera: la manera de Dios, de acuerdo a su Palabra.

   Yo estoy en ese mismo plan. He considerado mis caminos; he decidido que haré de esto mi hábito diario y no lo descuidare. De ahora en adelante, siempre viviré de acuerdo a la Palabra de Dios.

¿Y usted?

No hay comentarios: